¿Eres intolerante a la lactosa?
La leche de almendras es una gran alternativa a la leche regular. Puedes utilizarla como componente saludable para cualquier licuado de frutas, cereal. etc. Las almendras son fuente de proteína, contienen fibra, son bajas en carbohidratos y promueven el equilibrio del colesterol. Prepara tu propia leche, aquí te decimos cómo:
Ingredientes
1½ tazas de almendras crudas (sin sal, sin tostar)
4 tazas de agua y más agua para el remojo
½ cucharadita de extracto de vainilla
jarabe de arroz, miel, maple, agave o algún otro endulzante natural como el dátil o pasas.
Instrucciones
1. Pon en remojo las almendras durante toda la noche. Mínimo 8 horas, máximo 12. Luego cuela el agua.
2. Retira la cáscara de las almendras presionarlas con dos dedos. Conserva las cáscaras. Licua las almendras con las 4 tazas de agua. Agrega el extracto de vainilla, el endulzante de tu gusto y licúa hasta obtener una mezcla homogénea.
3. Usa un colador muy fino o vierte el líquido en un filtro de modo que caiga en un tazón grande. El filtro retendrá la pulpa de la almendra y el líquido seguirá su camino. Puedes dejar secar la pulpa restante, tostarla junto con las cáscaras para usarla y agregar más fibra
a tu alimentación o preparar unas galletas de almendra.
4. La leche de almendras tapada se puede conservar en el refrigerador por un total de 4 a 7 días. Será necesario agitar la botella antes de servirla para revolver el líquido.
Por: Patty Corona
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