10 Consejos creativos para evitar el desperdicio de alimentos en casa.

Se dice que los hogares en los Estados Unidos desperdician un tercio de los alimentos que compran. Un estudio reciente de la Universidad de Pensilvania indicó que en promedio cada hogar pierde US$1,866.00 al año en comida desechada. Además de en los hogares, grandes cantidades de comida se desperdicia a diario en restaurantes, hoteles y supermercados.

Nuestros malos hábitos, además de efectos negativos en nuestro bolsillo, merman los recursos naturales y perjudican el medio ambiente.

En un mundo en el que millones de personas pasan hambre y en el que además experimenta a pasos agigantados las consecuencias del cambio climático, resulta urgente crear una conciencia de la importancia de aprovechar los alimentos y de cambiar desde hoy nuestros hábitos para poder continuar disfrutando de dichos alimentos el día de mañana.

Aquí te sugerimos unas cuantas medidas fáciles que pueden tomarse para aprovechar mejor tus alimentos y evitar que se desperdicien:

1.     Compra sólo lo que necesites.

Te sugiero planificar tus comidas de la semana y comprar sólo lo que necesitas ,esto te ayudará a ahorrar dinero y a mantenerte dentro de tu presupuesto.  

2.     No exijas que la frutas y verdura sean perfectas

No juzgues a la fruta y la verdura por su apariencia; una gran cantidad de ella se desecha por no ser cosméticamente perfecta, siendo que su sabor, demás características y valor nutricional es el mismo.

3.     Aprende a almacenar correctamente tus alimentos

Almacena los alimentos preparados en envases herméticamente cerrados para que se conserven mejor durante más tiempo. No toda la fruta y verdura tiene que guardarse en el refrigerador. Dentro del refrigerador, asegúrate que las verduras estén en el cajón y a la temperatura designada para ello, y si es necesario incluye un paño limpio y seco para absorber el exceso de humedad y extender la vida de las mismas. 

4. Mantén tu refrigerador ordenado.  

Te sugiero utilizar refractarios transparentes para los sobrantes de comida; así los podrás visualizar fácilmente y no olvidarás que contienen. Pasa los productos más antiguos a la parte de enfrente y coloca los nuevos en la parte de atrás. 

5.     Conoce el significado del etiquetado de los alimentos

Hay mucha diferencia entre las fechas de “consumo preferente” y “caducidad”. Con frecuencia los alimentos siguen siendo aptos consumo pasada la fecha de “consumo preferente” la cual sólo indica el momento en el que el alimento alcanza su máxima calidad y no cuando ya no es seguro ingerirlo; mientras que la fecha de “caducidad” indica el momento en que el consumo deja de serlo. Aun así, usa tu sentido común y no tires a la basura alimentos que estén en buen estado únicamente por las fechas que se indiquen en el empaque.

6.     Valora las sobras

Si no alcanzas a comer todo lo que preparaste, congélalo para más adelante o utiliza las sobras como ingrediente de otra comida o para ponerlas en el lunch para el trabajo.  Elige un día de la semana en la que no prepares comidas y te acabes los sobrantes del resto de la semana; puedes hacerlo tipo buffet o estación de tacos. Además de evitar que se desperdicie comida, tomas un merecido descanso de la preparación ese día. 

7.     Haz todo lo posible por aprovechar tus alimentos 

Aprende a hacer conservas y mermeladas con frutas maduras, o fermentos con verdura como escabeche o sauerkraut. Haz del congelador tu aliado y prepara mezclas de tus frutas y verduras para smoothies y licuados. Prepara un consomé, sofríe las verduras, y ponlas a cocer con hierbas aromáticas sal y pimienta; puedes agregar pollo o carne, o simplemente los huesos para darle mucho sabor; ya listo, el líquido sobrante lo puedes incluso congelar y utilizar como base para preparar arroz, sopas o pastas. Si tienes hierbas aromáticas que comienzan a marchitarse, las puedes congelar mezcladas con aceite de oliva en moldes para hielo. Si te cuesta tomar agua, puedes saborizarla sin añadir azúcar ni calorías, agregándole cáscaras de cítricos, manzana, pepino o hierbas de olor,

 8. Dale una segunda vida frutas o verduras desperdiciadas

En lugar de tirar a la basura desechos de comida como cáscaras de fruta y verdura, cascarones de huevo, asientos de café y té, haz composta con ellos. De esta forma le devolverás nutrientes al suelo y reducirás tu propia huella de carbono.

9.     Apoya a los productores de alimentos locales

Compra productos locales y apoya a agricultores y pequeñas empresas de su comunidad. De esta manera también contribuyes a la lucha contra la contaminación reduciendo las distancias que recorren los camiones y otros vehículos en el reparto.

10.     Compartir es cuidar

Dona o comparte con tus familiares, amigos o vecinos los alimentos que de otro modo se desperdiciaron. 

Laura Elena Arestegui.

Licenciada en Derecho, con Maestría en Derecho Corporativo Internacional, Especialidad en Traducción e Interpretación, y en Impuestos. Amante del planeta y ecologista aficionada.

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