POR: TOMAS SANCHEZ
El Palazzo del Valle es mucho más que simplemente otro hospedaje en el Valle de
Guadalupe. El Palazzo es un centro cultural, rico en historia, humanidad, amor y tradición. Es
una pieza de arte en si, construido para las condiciones de su ambiente, y específicamente
diseñado para alojar la amplia diversidad de piezas originales de arte que portan, de todas las
épocas y culturas. Es una vinícola exitosa, produciendo vinos premiados y mantienen un uso
totalmente autosustentable de energía y agua. La tesis del resort es no solamente ser una vinícola
que ofrece gastronomia, vinos y una estadía de clase mundial, sino albergar piezas de arte
notorias y de influencia en la historia de arte. Ésta tradición de portar grandes obras es una
experiencia que es dificil de encontrar en un lugar fuera de Europa, y era específicamente el
entorno que querían traer a México.
El Palazzo del Valle practicamente se desborda en cuanto a arte grandioso; cada
dormitorio tiene como temática a un artista importante de la historia, incluyendo a Pablo Picasso,
Salvador Dalí, Wassily Kandinsky, Joan Miró, entre otros más. Cada cuarto presenta piezas
originales de estos artistas, incluyendo impresiones en relieve, bocetos, pinturas o hasta piezas
esculturales. El diseño de cada alcoba es cuidadoso a representar la personalidad de su respectivo
artista, en cuanto al color, el mobiliario, o los libros presentes en el espacio.
Ésta filosofía no esta solamente limitado a los dormitorios, sino también se ve difundido en todo el resort. El patio central se ve lleno del artista Enrique Avilés, un artista contemporáneo reconocido de Ensenada, y en la sala está presente el trabajo de Emile Gallé junto a piezas de artistas como Rembrandt. En el Palazzo también se exhibe arte histórico Japonés o de otros países asiáticos, y se siente una rica influencia de la cultura japonesa a través del espacio. Todo el Palazzo se diseñó y construyó con la ubicación de cada pieza en mente, para crear un entorno único y coherente.
No obstante al hecho de que estas piezas se encuentran aquí, lo más interesante que se
vive en el Palazzo es estar rodeado de historias, experiencias y humanidad. Detalles como el
hecho de que la habitación de Pablo Picasso y François Gilot (la expareja de Picasso) están a
lados opuestos de la residencia, o el maravilloso trabajo de Avilés aludiéndonos a conectar con la
naturaleza, trae unos momentos ricos en pensamiento y presencia. Para un creativo, tener la
oportunidad de sentirse en casa, rodeado de una bella arquitectura y éstas piezas maravillosas,
trae un sentimiento inmenso de inspiración y admiración.
El Palazzo del Valle es un espacio como ningún otro que, sobre el hecho de tener vinos
excelentes, comida deliciosa y un personal magnífico, tiene una conexión opulento con la
humanidad y sus historias. El arte, llevándonos desde las épocas del antiguo Japón, por tiempos
Europeos medievales, hasta el día contemporáneo, es diverso, significativo y consiente. Tener
esa conexión con la historia es singular de éste resort, y definitivamente recomendamos la
experiencia.