Tesoros inmortales: Ceviche peruano y el bolero

Por Roxy Guillén

El ceviche peruano, exquisito plato de la gastronomía peruana, ha trascendido fronteras convirtiéndose en un ícono culinario reconocido a nivel mundial. Su rica combinación de sabores, frescura y tradición lo ha elevado a la categoría de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, representando no solo un deleite para el paladar, sino también un legado cultural que se transmite de generación en generación.

El origen del ceviche se remonta a las antiguas civilizaciones preincaicas que poblaron la costa peruana. Los pescadores locales utilizaban el jugo de tumbo, una fruta ácida, para marinar el pescado fresco y preservarlo. Con el tiempo, esta técnica evolucionó, fusionándose con influencias culinarias de otras culturas que arribaron a las costas peruanas.

El ceviche peruano se caracteriza por la frescura de sus ingredientes. Pescados como la corvina o la lisa, combinados con limón, ají, cebolla morada, maíz y camote, dan como resultado una explosión de sabores y texturas.

Más allá de ser un plato delicioso, el ceviche es un reflejo de la diversidad cultural peruana, ahora considerado un verdadero Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El bolero, género musical y poético nacido a finales del siglo XIX en Cuba, ha sido reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, destacando su impacto global y su contribución significativa a la herencia cultural compartida.

El bolero, género musical de profundo contenido emocional, ha tocado los corazones de audiencias alrededor del mundo desde su origen en Cuba a finales del siglo XIX. Su evolución a lo largo de los años ha incorporado influencias de diversos estilos musicales, pero siempre ha mantenido su esencia romántica y melódica.

El bolero se une a una selecta lista de expresiones culturales que trascienden el tiempo y las fronteras, enriqueciendo el patrimonio cultural global de la humanidad.

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