Las expectativas influyen en el comportamiento.

Es fácil esperar mucho de los hijos si son aplicados, obedientes, bien portados.

Pero qué me dices cuando tienen un comportamiento intenso; rebeldes contestones, flojos, berrinchudos, desordenados, académicamente negligentes, etc., es muy difícil esperar grandes cosas de ellos en estas circustancias. Hay un principio en psicología que dice “las expectativas positivas o negativas que una persona tiene sobre otra, influye en su comportamiento y actitud”, o sea, lo que esperes de él, eso tendrás.

Cuáles son las expectativas positivas que debemos tener los adolescentes:

-Que sea responsable en todo

-Que sepa afrontar los inconvenientes

-Que logre lo que se propone

-Que vaya bien en la escuela

-Que se siente satisfecho con su vida

-Con iniciativa y motivación

-Que no dependa de la opinión de los demás

-Que tenga buena relación con sus padres

-Que sea obediente y participativo en las labores de casa

-Que sepa decir ¡no!

Cómo formar hijos así:

Etiquétalo en positivo

Ponerle etiquetas como: “burro”, “tonto” “inútil, “flojo”, “bueno para nada”, “tú nunca entiendes, “eres malo”, no ayuda en nada”. Si lo vas a etiquetar que sea en positivo, o lo empujarás a vivir encasillado en ese concepto negativo, lo condicionarás a creer que “así es” y difícilmente podrá cambiar.

Realiza su “inventario personal de fortalezas”

Es un listado de cualidades, habilidades, y potencialidades que, al tenerlas presentes, se sentirá empoderado. Pregúntale a sus hermanos, primos, tíos, amigos, etc., ¿cómo creen que es tu hijo? y agrega sus comentarios a esa lista. El inventario personal de fortaleza, es la base de su autovalía.

Dile afirmaciones positivas todos los días.

Generarás pensamientos que lo harán más resistente, y la positividad jugará a su favor. Cuando le dices “claro que puedes”, “confío en ti”, mejoraras cada día”, “eres capaz de afrontar cualquier reto y de superarlo”, etc., en realidad le estás diciendo cómo lo percibes, y harás que su mente trabaje en base a esa idea determinada.

Provee en casa un clima excepcional.

Cordial, cálido, ambiente agradable; ambiente libre de tensión o ansiedad, carente de gritos. La idea es que sea un lugar donde se siente cómodo tu hijo y fortalezca los sentidos de pertenencia y permanencia.

Muestra tu lado amable-empático

Dale la oportunidad de conocerte en este modo emocional que pocas veces mostramos. Besarlo, abrazarlo, decirle cosas lindas, note hace menos fuerte, ni te resta autoridad.

Otorga reforzamiento positivo:

Ayuda muchísimo a su autoestima, decirle “vas bien”, “lo lograras”. Cuando le das reforzamiento, le estás reafirmando que tomo una buena decisión. Al hacerle ver su progreso, lo conviertes en un ganador en potencia.

Por: Psic. Gabriel Bello

gabrielbellom@me.com

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