A todos nos ha pasado que tenemos patrones de respuestas automáticas y en algunos casos esos patrones nos ponen en riesgo. Recordemos algún momento que contestamos de mala manera o quizá lanzamos algún objeto y provocó ruptura de relaciones, pérdida de trabajo y sobre todo malestar personal.  

Hoy quiero compartirte cómo elegir mejores respuestas ante diferentes estímulos que sin duda mantendrán tu armonía. ¿Cómo se logra? Poco a poco con la práctica consciente.

Primero pongamos nuestra atención en el espacio entre el estímulo (circunstancia) y la respuesta. JUSTO EN ESE INSTANTE en que yo puedo ELEGIR y transformar todo. 

En esta ocasión quiero compartirte cómo ELEGIR respuestas más saludables y así ser conscientes de situaciones que deseamos cambiar en nuestra vida, cuando nos sentimos un poco desbordados en la medida que nos gustaría responder de otra manera, situaciones que provocan malestar. Uno de los primeros pasos es conectar con esas emociones y así nos vamos conociendo y al verlas nos pone en otro lugar.  ¿Cómo se logra? Poco a poco con la práctica consciente.

Toma nota a estas sugerencias.

Si tu respuestas constantes son de…

• Quejas.  Plantear las quejas nos instalan en la negatividad por y ahí no encuentran soluciones, si eso lo transformamos con GRATITUD, claro que Podemos ver los aspectos que no funcionan, pero a la vez ver que funciona. 
• RESISTENCIA. Eso provoca estrés y desgaste personal. No ve lo que ocurre y eso nos aleja del cambio. Como ejemplo: Si nos encontramos un muro en el camino y nos resistimos a esto, ¿Qué solucionamos? Cuando conviertes la resistencia en AUTOACEPTACIÓN es ahí cuando puedes promover el cambio y buscar soluciones para pasar ese muro. 
• Miedo Nos informa que algo nos pone en peligro o algo no funciona pero  casi quizá por experiencias personales  pueden ser más los que nos hacen estar más reactivos, transformar el miedo en CURIOSIDAD ahí te permites ver que te provoca incertidumbre, buscar recursos para poder sentirse más confiado.
• Juicios. Todos tenemos, pero a veces esos juicios nos condicionan demasiado, solemos etiquetar y eso nos cierran mentalmente. Plantearnos cambiar el juicio en OBSERVACIÓN .  Nos ayuda a conectar más con la tranquilidad. Ya que los juicios los experimentamos. 
• Exigencias. Los “deberías” “tengo que”,” tendría que ser así”, etc. y se dispara la frustración, una propuesta es transformarla en PREFERENCIA, ejemplo:  yo preferiría y ahí hablo desde mis deseos lo que me gustaría y del otro lado desde el ego y es una carga para las relaciones. Fomentando el desapego a ciertos resultados.
• Ira. Es una emoción muy potente y puede ser mucho daño afuera e internamente si no la canalizamos. Una propuesta es cultivar el PERDÓN , así como el perdón hacia adentro por liberarse de la carga que supuso un acontecimiento.
• Culpa.  Es una emoción complicada tiene muchas caras y genera mucho daño. Trabajar en la AUTOACEPTACIÓN, soy valiosa, me confundo, tengo errores, virtudes, defectos nos ayuda a soltar máscaras para que me acepten. Trabajar el diálogo interno es importante.

Ahora es momento de practicar para integrar. ¿Con cuál iniciaras?

MaryKar Garcia

@elartedeagradecerbymkg